El open nanking consiste en compartir datos únicamente entre bancos, mientras que el open Finance amplía este concepto para incluir a otras instituciones financieras, como corredores, aseguradoras y compañías de pensiones.
Esta distinción es indispensable para entender la evolución del sistema financiero, que busca ser más integrado, transparente y centrado en el consumidor. Además de transformar la oferta de servicios financieros, estos cambios están impulsando la innovación y la eficiencia de las instituciones.
En este artículo, exploraremos en detalle los conceptos, principales diferencias, beneficios e impactos de cada modelo.
Open Banking es un sistema que sólo permite compartir datos y servicios bancarios entre entidades financieras con la autorización expresa del cliente.
Esto significa que el usuario puede autorizar que sus datos -como el historial de transacciones, el saldo de la cuenta, la información crediticia y el perfil del consumidor- se compartan con otras entidades.
El concepto surgió en Reino Unido en 2018, por iniciativa de la Financial Conduct Authority (FCA) y la Open Banking Implementation Entity (OBIE). Desde entonces, se ha extendido a países de Europa, Norteamérica y Latinoamérica.
En Brasil, el open banking fue introducido oficialmente por el Banco Central en 2019, con el objetivo de modernizar el sistema financiero nacional.
El proyecto se estructuró en cuatro fases: compartir datos de registro, datos transaccionales, servicios de iniciación de pagos y ampliación a datos de otros productos financieros. Esta estructura sirvió de base para la transición al open finance.
Los principales objetivos de la banca abierta son:
Open finance es la expansión natural del open banking, abarcando todo el ecosistema financiero.
Este modelo propone un entorno aún más integrado y completo en el que los consumidores pueden consolidar información de diferentes segmentos financieros en una única plataforma.
Esto les proporciona una visión global de su vida financiera, lo que facilita el control del gasto, la planificación de las inversiones y la toma de decisiones sobre créditos o seguros.
La transición a las finanzas abiertas se oficializó en Brasil en 2021, cuando el Banco Central reconoció que el alcance de la Banca Abierta estaba quedando limitado ante las posibilidades tecnológicas y las demandas de los consumidores. Desde entonces, el país se ha convertido en un referente mundial de las iniciativas de finanzas abiertas.
Con open finance, los beneficios se extienden más allá de los bancos, promoviendo la inclusión de nuevas empresas en el mercado y estimulando soluciones innovadoras como carteras digitales más completas, automatización de inversiones personalizadas y plataformas de seguros integradas con aplicaciones de finanzas personales.
Comprenda las principales diferencias entre open finance y open banking:
Open banking |
Open finance |
|
Instituciones que pueden participar |
Sólo bancos |
Bancos, compañías de seguros, corredores, fondos de pensiones, divisas, etc. |
Tipos de datos compartidos |
Datos bancarios |
Datos bancarios, de inversión, de seguros, de divisas, etc. |
Ámbito |
Limitado al sistema bancario |
Integra todo el sistema financiero |
Beneficios |
Más competencia entre bancos |
Amplia innovación, nuevos modelos de negocio, servicios integrados |
Finalidad |
Acceso a los datos bancarios con consentimiento |
Ecosistema centrado en el consumidor con plena integración |
Sin embargo, la principal diferencia entre ambos modelos radica en el grado de intercambio de datos. El open banking es una iniciativa centrada en los datos y servicios bancarios.
Open Finance, en cambio, propone un enfoque más amplio, permitiendo la integración de todos los datos financieros del usuario procedentes de distintas fuentes, creando un ecosistema digital y colaborativo. Esta ampliación garantiza más posibilidades para los consumidores y abre nuevos frentes de innovación para el mercado.
Las entidades financieras y las empresas que operan en el sector tienen numerosas oportunidades con la implantación de estos modelos.
Además, las finanzas abiertas pueden acelerar la digitalización de las instituciones tradicionales, haciéndolas más competitivas frente a los nuevos operadores del mercado.
Para el consumidor final, los beneficios de las finanzas abiertas son significativos.
Estas ventajas convierten a los consumidores en protagonistas de sus finanzas, con autonomía para tomar decisiones informadas y alineadas con sus objetivos.
El Banco Central de Brasil es el principal regulador de las iniciativas de open banking y open finance en el país. Ha establecido directrices para garantizar la seguridad, estandarización y eficiencia del intercambio de datos entre instituciones.
Además, la Ley General de Protección de Datos (LGPD) es esencial en este proceso, ya que establece que los datos personales sólo pueden utilizarse con el consentimiento libre, informado e inequívoco. Los consumidores deben tener fácil acceso a la información sobre el uso de sus datos y pueden revocar la autorización concedida en cualquier momento.
Para operar en el ecosistema de open finance, las entidades participantes también deben cumplir requisitos técnicos de ciberseguridad y gobernanza, así como integrar API normalizadas que garanticen la interoperabilidad y el cumplimiento de la normativa.
La adopción de estas iniciativas está configurando un nuevo panorama financiero.
Ante este nuevo escenario, las entidades que aún no se hayan adaptado al open finance podrían perder competitividad e incluso correr el riesgo de caer en la obsolescencia.
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Las principales soluciones incluyen
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