El onboarding KYC es el proceso de verificación de la identidad digital que se lleva a cabo cuando se incorpora un nuevo cliente. El acrónimo KYC (know your customer) representa un requisito en la lucha contra el fraude y el lavado de dinero.
En un contexto de avance de la digitalización y estrictos requisitos normativos, el onboarding KYC ofrece seguridad y cumplimiento legal en el registro de usuarios, lo que lo hace indispensable para bancos, fintechs, entidades de pago y otras empresas.
En este artículo, aprenderás más sobre KYC y cómo convertir el proceso de onboarding en un diferenciador para tu negocio.
Su principal objetivo es garantizar los controles de forma segura, automatizada y conforme a los requisitos reglamentarios, como las directrices internacionales de cumplimiento.
Además de reducir el riesgo de fraude y blanqueo de capitales, este proceso refuerza la confianza entre empresa y cliente desde el primer momento.
La importancia del onboarding digital radica precisamente en equilibrar seguridad y fluidez, ofreciendo una experiencia ágil, sin fricciones y totalmente conforme a la legalidad.
La integración entre KYC y digital onboarding conecta tecnología y seguridad en un único flujo. Aunque el proceso puede variar en función de los requisitos normativos de cada sector, suele seguir una estructura común de pasos validados por inteligencia artificial.
La primera etapa del onboarding digital consiste en recopilar datos básicos como el nombre completo, el número de la seguridad social, la fecha de nacimiento y la dirección. Esta información puede introducirse manualmente mediante formularios digitales u obtenerse automáticamente a través de API de datos.
Garantizar que esta etapa sea rápida, intuitiva y sin fricciones es esencial para evitar abandonos y mantener una buena experiencia de usuario desde el principio.
La verificación de documentos con OCR (reconocimiento óptico de caracteres) permite la lectura automatizada de información de documentos oficiales como carnés de identidad, permisos de conducir o pasaportes.
La tecnología interpreta textos y números directamente a partir de imágenes, eliminando pasos manuales y garantizando más agilidad y precisión para la incorporación digital. Los datos se extraen y validan automáticamente, reduciendo errores y evitando fraudes.
La prueba de vida es una tecnología que confirma que la persona está físicamente presente durante el proceso para evitar fraudes con fotos o vídeos, garantizando la autenticidad del onboarding digital.
Esta validación se realiza mediante biometría facial, que compara la imagen captada en tiempo real con el documento enviado. El sistema analiza los movimientos y otras características que sólo un ser humano puede presentar, garantizando una mayor seguridad.
Las listas restrictivas reúnen los nombres de personas y entidades vinculadas a actividades ilegales o de alto riesgo, como personas políticamente expuestas (PEP) o implicadas en delitos financieros.
La verificación de esta información es esencial para el cumplimiento de la normativa bancaria, ya que ayuda a evitar relaciones con perfiles de alto riesgo.
Los sistemas automatizados realizan esta comprobación en tiempo real, cruzando los datos del cliente con bases de datos nacionales e internacionales fiables, lo que garantiza una mayor agilidad, precisión y protección durante el onboarding digital.
En la fase de análisis de riesgos KYC, los datos recopilados se evalúan para clasificar al cliente según su grado de riesgo. A continuación, las empresas definen políticas de aceptación, restricción o necesidad de verificación.
La decisión puede estar totalmente automatizada mediante reglas e inteligencia artificial o depender de la intervención humana en casos más delicados.
El proceso tradicional de KYC requiere presencia física, verificación manual y tiempos de análisis más largos. El eKYC, en cambio, es 100% digital en su verificación de identidad, por lo que todo es más rápido y remoto. Las principales ventajas de eKYC son:
La modalidad digital ha sido impulsada por la pandemia y ahora es un punto de referencia para las instituciones que buscan eficiencia en el onboarding, manteniendo altos niveles de seguridad en los procesos.
Optar por un proceso moderno de incorporación de clientes aporta ventajas que van más allá del cumplimiento de la normativa. A continuación destacamos los principales beneficios del KYC para las instituciones financieras.
La incorporación de KYC es una respuesta eficaz a los retos de la prevención del fraude, ya que reduce los intentos de falsificar la identidad y abrir cuentas fraudulentas.
Los datos indican que una importante institución financiera informó de una notable reducción del 90% en los casos de fraude de identidad tras implantar la autenticación biométrica.
Además de proteger a la institución, el proceso preserva la seguridad de los clientes legítimos, bloqueando el acceso indebido y reforzando la confianza en la relación con la marca.
Un proceso KYC bien estructurado puede completarse en sólo unos minutos, sustituyendo los largos pasos cara a cara por comprobaciones digitales rápidas y seguras.
Cuando la incorporación del cliente es sencilla, la primera impresión es positiva y esto se convierte en un factor decisivo para reforzar la confianza y el compromiso desde el principio del viaje.
Gracias a los procesos automatizados, la incorporación de clientes elimina las tareas manuales, reduce las repeticiones y acelera el registro de nuevos clientes.
Esto optimiza los recursos, aumenta la productividad del equipo y reduce los costes operativos que conlleva la verificación de la identidad.
Como elemento clave para cumplir los requisitos legales del sector financiero, el onboarding KYC garantiza que las instituciones sepan quién accede a sus servicios, cumpliendo las normas internacionales de cumplimiento.
Al estructurar procesos de verificación de identidad en profundidad, la empresa reduce los riesgos legales, evita sanciones y demuestra su compromiso con la seguridad de sus operaciones.
La incorporación de KYC garantiza el cumplimiento de los principales requisitos locales y globales, incluida la LGPD, así como las directrices internacionales de AML (Anti Blanqueo de Capitales). Esto incluye el uso responsable de los datos personales, la supervisión de las actividades sospechosas y el cumplimiento de la normativa BACEN.
El onboarding KYC permite registrar cada etapa del recorrido del cliente, garantizando una trazabilidad completa de las acciones, decisiones y validaciones.
Esto facilita las auditorías internas y externas, además de mejorar la transparencia y el cumplimiento legal.
La adopción de un proceso de onboarding KYC comienza con la elección de las tecnologías adecuadas y una estrategia clara. Para implantar o mejorar este flujo en tu empresa, inspírate en los pasos que se indican a continuación.
Con estos pasos, tu empresa estará preparada para ofrecer un onboarding digital seguro y fluido y un cumplimiento normativo total.
Topaz ofrece un onboarding KYC completo e inteligente en línea con los requisitos normativos. A través de SecureJourney, nuestra suite modular antifraude y de onboarding, garantizamos la seguridad desde la entrada del cliente hasta la validación final, basada en IA y machine learning.
Topaz KYC está diseñado para entidades financieras, utilizando la automatización del análisis de riesgos para prevenir el fraude con antelación, así como la emisión de alertas e informes para simplificar y agilizar la operatividad de negocio.
En un escenario donde la confianza, la agilidad y el cumplimiento son esenciales, el onboarding KYC se convierte en un pilar estratégico. ¡Construyamos juntos el futuro de su negocio!