BaaS (Banking as a Service) es un modelo que permite a empresas de distintos sectores ofrecer servicios bancarios como cuentas digitales, tarjetas y transferencias, sin necesidad de convertirse en banco. Estas funcionalidades se integran a través de API.
BaaS está transformando el mercado al democratizar el acceso a los servicios bancarios, permitiendo a comercios, fintechs, empresas tecnológicas e incluso utilities crear ofertas financieras más ágiles y competitivas adaptadas a sus clientes.
El concepto de Banca como Servicio nació con el avance de la Banca Abierta. La transformación digital abrió un espacio para que los bancos expusieran sus infraestructuras a través de APIs, permitiendo que otras empresas también crearan servicios financieros.
Este movimiento está directamente relacionado con las finanzas integradas. En lugar de buscar un banco, los clientes encuentran soluciones financieras en plataformas que ya utilizan a diario, como aplicaciones minoristas o de movilidad.
En Brasil, el crecimiento se está acelerando. El estudio, encargado por infratech Celcoin y realizado por el instituto Intellectual Market Insights Research (IMIR), prevé que el mercado de BaaS supere los 5.000 millones de dólares en 2031.
A escala mundial, la tendencia es la misma. Cada vez más empresas incorporan servicios bancarios para generar nuevos ingresos, fidelizar a sus clientes y competir en un mercado cada vez más digital.
BaaS conecta la tecnología y las finanzas en un único flujo. A través de las API bancarias, las empresas pueden ofrecer productos como pagos y créditos, sin ser un banco.
En la base, el núcleo bancario de las instituciones reguladas garantiza la seguridad y el cumplimiento. El proveedor de BaaS traduce esta estructura en soluciones listas para usar que permiten a las empresas ofrecer productos financieros a través de su propia marca.
En la práctica, funciona así: la entidad financiera proporciona la infraestructura, el proveedor de BaaS habilita la tecnología, la empresa personaliza la oferta y el cliente final accede a una experiencia fluida, en el mismo entorno en el que ya consume otros servicios.
La banca como servicio amplía las oportunidades de negocio y democratiza el acceso a los servicios financieros. Según Future Marketing Insights (FMI), se espera que este modelo crezca un 15,7% al año hasta 2031 y las empresas que lo adopten seguirán el ritmo de este crecimiento.
Esto significa una innovación más rápida y nuevas fuentes de ingresos. Un minorista puede, por ejemplo, lanzar su propio monedero digital, una fintech puede ofrecer crédito bajo su marca y las empresas de servicios públicos pueden añadir métodos de pago a sus aplicaciones.
Con BaaS, las empresas no tienen que crear una infraestructura bancaria desde cero. Utilizan API ya preparadas de proveedores autorizados, lo que acelera el proceso de desarrollo de productos financieros.
Esto significa que una fintech puede lanzar una tarjeta digital, mientras que un minorista puede ofrecer crédito en su aplicación sin convertirse en un banco, todo en un corto período de tiempo.
Así es como BaaS abre espacio para que las startups prueben nuevas ideas con agilidad, ajustando sus ofertas rápidamente según la demanda del mercado.
En el modelo tradicional, la creación de productos financieros requiere instalar servidores, ocuparse de la conformidad y realizar grandes inversiones en seguridad. Con BaaS, esta base viene ya preparada por el socio, lo que elimina los elevados costes iniciales.
Esto genera un ROI más rápido, ya que la inversión se dirige a la innovación y no al mantenimiento de la propia estructura de la empresa.
Las empresas reducen los gastos operativos y ganan eficiencia al utilizar soluciones escalables.
El resultado es una menor barrera de entrada: fintechs, retailers y start-ups pueden lanzar productos financieros de forma viable y competitiva sin tantos costes.
La banca como servicio está diseñada para crecer con el negocio. La infraestructura ya soporta múltiples clientes y millones de usuarios con estabilidad incluso a alta demanda.
Esto permite a una empresa empezar poco a poco, probando un producto y evolucionar hasta una cartera completa sin tener que reconstruir los sistemas.
La escalabilidad está garantizada desde el primer día.
Más que soportar el volumen, el modelo impulsa la evolución continua.
Su institución gana libertad para innovar con rapidez, mantenerse al día de las tendencias y ocupar un lugar en el futuro del mercado financiero.
Con BaaS, es posible que las empresas ofrezcan servicios financieros bajo su propia identidad, manteniendo la experiencia alineada con la marca y los valores empresariales. Esto genera una conexión y fortalece la relación con el cliente.
Las interfaces pueden personalizarse, desde el diseño de la aplicación hasta el recorrido del usuario. Funciones como los procesos de originación digital hacen que la experiencia sea más fluida, reduciendo la fricción y aumentando la satisfacción del usuario.
De este modo, cada interacción financiera deja de ser genérica y se convierte en parte de la experiencia de marca, fidelizando al cliente y creando diferenciación en el mercado.
Uno de los grandes diferenciadores de la Banca como Servicio es que simplifica los retos del cumplimiento financiero.
Las cuestiones de regulación financiera, que serían complejas para las empresas no bancarias, ya están gestionadas por la infraestructura del proveedor de BaaS.
La responsabilidad es compartida: la empresa se centra en la experiencia del cliente, mientras que el socio garantiza el cumplimiento, la auditoría y la supervisión.
En Topaz, esta protección gana fuerza con Secure Journey, que integra seguridad avanzada, prevención del fraude y trazabilidad para garantizar la confianza en cada transacción.
Aunque relacionados, la banca como servicio, el white label banking y la banca abierta tienen propuestas diferentes. La siguiente tabla aclara las diferencias de forma práctica.
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Modelo |
En qué consiste |
Quién lo ofrece |
Quién lo utiliza |
Ejemplo |
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Banca como servicio |
Infraestructura ofrecida por proveedores autorizados a través de API bancarias, que permite a las empresas crear productos financieros sin ser bancos. |
Instituciones financieras junto con proveedores de tecnología. |
Minoristas, fintechs y empresas de servicios públicos. |
Un minorista lanzando una cuenta digital en su app con tecnología BaaS. |
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White label banking |
Servicios financieros listos para usar prestados por un banco, pero con la marca de la empresa asociada. |
Bancos tradicionales o digitales. |
Fintechs, marketplaces, startups. |
Una fintech ofrece una tarjeta de crédito con su propia marca, pero operada por un banco asociado. |
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Banca abierta |
Un sistema en el que los clientes autorizan el intercambio de sus datos financieros entre instituciones, a través de API bancarias abiertas. |
Bancos e instituciones reguladas. |
Clientes bancarios y empresas autorizadas. |
Un cliente comparte su historial crediticio para obtener mejores tarifas de otra entidad. |
En resumen, BaaS ofrece una infraestructura completa, el white label banking proporciona servicios listos para usar y la banca abierta amplía el uso de los datos.
Juntos, impulsan la innovación en el sector financiero.
BaaS amplía el alcance de las empresas al permitirles ofrecer servicios financieros bajo su propia marca.
Empresas de diversos sectores pueden ofrecer cuentas digitales en sus aplicaciones, permitiendo a los clientes realizar pagos, transferencias y mover dinero fácilmente.
Las grandes cadenas de distribución ya han adoptado este modelo lanzando sus propios monederos digitales.
En cuanto a la gestión financiera, es posible ofrecer herramientas para controlar los gastos y los recibos.
Las plataformas de reparto, por ejemplo, permiten a conductores y mensajeros seguir sus ingresos en tiempo real.
Con BaaS, las empresas pueden integrar métodos de pago directamente en sus aplicaciones, haciendo el proceso más sencillo y seguro para los clientes.
Esto incluye el uso de Pix, la emisión de boletos y las transferencias bancarias. Los marketplaces ya aplican estas soluciones para facilitar las transferencias a los vendedores y ofrecer comodidad en la caja.
A través de BaaS, es posible emitir tarjetas personalizadas, físicas o digitales, vinculadas a la marca de la empresa.
Esto refuerza la identidad y amplía las opciones de relación financiera con los clientes.
Las start-ups de movilidad, por ejemplo, ya ofrecen tarjetas virtuales de prepago para que los conductores reciban ingresos instantáneos y las utilicen para compras en línea o en persona.
Con BaaS, las empresas pueden ofrecer opciones de crédito y financiación de forma sencilla e integrada, sin tener que montar toda la estructura de un banco. Esto abre espacio para crear productos adaptados a los perfiles de los clientes.
La diferencia radica en la agilidad: los análisis automatizados y los recorridos digitales reducen la burocracia y ofrecen una experiencia más fluida.
En este contexto, es posible ver fintechs ofreciendo préstamos online para nóminas con aprobación en minutos o minoristas ofreciendo financiación directa a través de la app para facilitar la compra de electrodomésticos y electrónica de alto valor.
La banca como servicio beneficia a todos, desde los grandes actores a las start-ups, permitiendo a diferentes sectores integrar los servicios financieros.
En otras palabras, cualquier empresa con una relación directa con los clientes puede convertir su plataforma en un centro de conveniencia financiera a través de BaaS.
El avance de la Banca como Servicio requiere algo más que tecnología: exige seguridad, conformidad y escalabilidad.
En este escenario, Topaz proporciona la base para que las instituciones financieras y las empresas de otros sectores transformen sus viajes digitales.
La familia FinancialCore está en el corazón de esta transformación, actuando como un sistema centralizado que gestiona todas las operaciones financieras.
Integra todas las áreas y automatiza los procesos, gestiona los datos y garantiza la seguridad de las transacciones, permitiendo que la automatización y la innovación tengan lugar sobre una base sólida y fiable.
A su vez, las sólidas API permiten conectarse a servicios como pagos, crédito y originación digital.
Esta flexibilidad se complementa con el cumplimiento normativo de Bacen, CVM y las normas internacionales.
Con presencia en más de 25 países, Topaz añade escala y experiencia práctica para diferentes contextos normativos y culturales.
Al combinar la experiencia global con la innovación continua en tecnología financiera, Topaz reduce las barreras técnicas y normativas, lo que permite implementar BaaS como una estrategia evolutiva para su negocio.